martes, 11 de mayo de 2010

ACCIDENTES LABORALES


A los que hemos hecho nuestro oficio con esto de la prevención de riesgos laborales, nos preocupan, como creo que a la mayoría de los ciudadanos, los incrementos y variaciones en las estadísticas de accidentes. De ahí que, el domingo, al leer en “El País” el artículo de Susana Pérez de Pablos sobre la salud del rey Juan Carlos me alarmara seriamente por el incremento de las estadísticas.


Como ustedes saben, la definición de accidente de trabajo quedó fijada en España desde el año 1900, en que la Ley Dato lo concibió como “toda lesión corporal que sufra el trabajador con ocasión o por consecuencia del trabajo que realice por cuenta ajena”.


Siendo consciente de la dificultad que la ajenidad plantea a la vista de los márgenes de discrecionalidad que la Constitución otorga a la Corona, me remonto a más filosóficos principios: venga el poder de Dios, de la soberanía popular o de aquel potaje mixto que se inventó el liberalismo doctrinario, lo cierto es que los reyes siempre parecen trabajar para otros.


Pero dejemos la teoría y vayamos al listado, “a que no puede bastar cuenta cierta”:


Junio de 1981.- Tras jugar un partido de “squash” con Manuel Santana y al dirigirse a la piscina, traspasa con el cuerpo una puerta de cristal causándose diferentes lesiones.


Enero de 1983.- Caída en la estación suiza de “Gstaad”. Esquiando. Con secuelas de fibrosis en julio de 1985.


Noviembre de 1988.- Golpe con una rama en un ojo, mientras cazaba en Suecia.


Diciembre de 1989.- Nuevo accidente de esquí en la estación de Courchevel, en los Alpes franceses.


Diciembre de 1991.- Hundimiento del platillo tibial de la rodilla derecha. Esquiando. Esta vez en Vaquería.


Enero de 1995.- Escayolado por una fisura en la muñeca tras una nueva caída en la nieve.


Además, tiene dificultades de oído –no son raras las sorderas profesionales-, usa audífono desde 1996; en marzo de 2001 le intervienen de varices y ahora lo del pulmón derecho y el tabaquismo.


Ya me dirán ustedes si es necesaria la prevención de riesgos laborales: con tanta baja no hay empresario que resista

No hay comentarios: