martes, 1 de marzo de 2011

NUEVO ATAQUE A INTERNET


Hoy quiero hablarles del virulento ataque a Internet que deslizaba ayer, en su editorial “La Opinión de Zamora”. Amparándose en unas reuniones que viene realizando la Asociación de Editores de Diarios Españoles, nuestro periódico local se desata en lamentos contra la “falsa arcadia digital” y el “culto al individualismo” que conlleva.


Continúa con una cerrada defensa corporativa de la profesión que, nos aclara, se enseña en la facultad, pero también –y aquí se acuerda del currinche y de los tan rentables becarios- sólo se aprende en las redacciones.


“En caso de duda, haz periodismo”, ordena. Y aquí le vienen a uno a la cabeza las dudas metódicas que deben caber en las cartesianas molleras de Pedro J. Ramírez o Salvador Sostres en El Mundo; de Carrascal o Cesar Alonso de los Ríos e ABC; de Luís del Pino y Guillermo Dupuy en Libertad Digital; de los cerebros de La Razón; de Carlos Dávila y compañeros mártires en La Gaceta y en Intereconomía; del inefable Jiménez Losantos… En fin, y me callo porque sólo dispongo de un par de minutos y estos excepcionales y “objetivos” profesionales darían para escribir un testamento…


Dice también el editorialista de “La Opinión” que “Internet sirve para domesticar a las masas haciendo el juego al poder” y que se trata sólo de “una sobreinformación hábilmente manipulada”. Ya no están solas las famélicas gentes de las discográficas y la industria del cine demonizando al coco.


Desautoriza a comentaristas y blogueros siempre que no aparezcan también en los medios de pago produciendo las oportunas plusvalías, recordándonos literalmente que “sólo los grandes diarios de referencia tienen las competencias necesarias y la capacidad para explorar las grandes toneladas de información que se producen” ¡Toma suficiencia! No sigo con la lista anterior porque, insisto, haría falta una novela radiofónica por entregas.


Pero no vayan Uds. a pensar cosas raras… Yo siento un enorme respeto y envidia por los periodistas decentes. Por eso llevo años haciendo estos comentarios semanales que me cuestan bastante trabajo.


Concluye, finalmente, el editorial diciendo que “La Opinión de Zamora se dedica a buscar la verdad posible entre todos los zamoranos de buena voluntad”, ¿La verdad posible? ¿Cómo se entiende eso? ¿La que da de comer y permite que se mantenga el periódico? ¡Haber empezado por ahí!