martes, 13 de octubre de 2009

MILAGROS


Tras este largo fin de semana de buen tiempo, ocio y ausencia de setas, vengo definitivamente exaltado y dispuesto a reclamar mi premio. Como ustedes saben llevo ya algunos años dedicando dos o tres minutos semanales al más profundo periodismo de opinión a través de estos benditos comentarios en los que voy divagando sobre lo que bien me parece, gracias a la gentileza de la SER de Zamora.


Pues bien, ha llegado el momento de pedirle a Marichu García y al resto del equipo que me propongan con toda urgencia para algún premio periodístico que me estimule: el Julio Camba, el Mariano Cavia, el Miguel Delibes… o ¿por qué no? El Pulitzer al artículo de fondo… que, aunque uno no sepa inglés ni distinga mucho el fondo de la forma, estoy dispuesto a aprenderlo mejor que Artur Miller tras semejante espaldarazo. ¡Qué prestigio, que les hablara todos los martes desde Radio Zamora el flamante premio Pulitzer emitiendo desde Losacio de Alba!


¿O, por qué no? El Nobel de Literatura. No he escrito ni una sola novela en mi vida, pero llevo mucho tiempo pensando en hacerlo. ¡Que estímulo para mí! ¡Y que compromiso! Como es natural, al día siguiente de su concesión todo un novel Nobel de literatura se pondría inmediatamente con su primera novela y, claro, me saldría de un tirón.


No se por qué no voy a tener yo derecho a esperar el milagro: si a la virgen del Pilar le tiran dos bombas, aunque sean sin espoleta, y no estallan y al presidente Obama le dan el premio Nobel de la paz con varias guerras abiertas que aun no ha terminado ¿No tengo yo derecho –en la última vuelta del camino- a un milagro semejante?

1 comentario:

Refugiada dijo...

Pues sí, eso es cierto.
Comencemos a premiar intenciones que lo mismo descubrimos que era eso lo que hacía falta para estimularnos a "ser buenos".