jueves, 8 de octubre de 2009

MALAS NOTICIAS


Las nuevas de esta semana en que me dirijo a ustedes un poco más tarde de lo habitual, no son nada alentadoras.


La trama Gurtel supura de una manera cada vez más escandalosa y maloliente: además de Valencia y Madrid, la mierda se extiende a Galicia y Castilla y León y el hedor empieza a impregnarlo todo, mientras nos sorprenden con relojes de veinte o veinticinco mil euros para uso y abuso de pijos gangosos y otros personajes de casta gozante.


Sin embargo Mariano Rajoy, con cínico aplomo, dice, al calor de unas encuestas incomprensibles y vergonzosas, que hay que tener un poco de sana indiferencia y que sólo hay que preocuparse de lo que importa a la gente ¿De verdad esta merienda de negros no importa a la gente? ¿El electorado se ha vuelto descerebrado? ¿Los ciudadanos se han degradado tanto que beatifican a los delincuentes y envidian a los criminales? ¡Gloria a Caín, como decía D. Antonio, quizá el vicio sea lo que se envidie más!


Al mismo tiempo nos llega una noticia sobre datos que facilita nada menos que la Comisión Nacional del Mercado de Valores: en 2008, mientras la economía mundial entraba en recesión y la crisis comenzaba sus estragos, los miembros de los Consejos de Administración del sector financiero español (bancos y aseguradoras) se elevaron su retribución una media del 52,8%. El salario medio del consejero supera bastante los 5 millones de euros anuales. ¡Y mientras tanto el sr. Fernández Ordóñez sigue clamando por la reforma laboral, porque el mercado de trabajo es muy rígido y los costes laborales muy altos!


Con todo esto llego a pensar que la culpa la va a tener el perverso Walt Disney, que nos enseñó como pueden llegar a una sutil y definitiva identificación los golfos apandadotes y el tío Gilito.

No hay comentarios: