martes, 24 de noviembre de 2009

JESÚS ERA DE NAZARET


Félix Población escribía el pasado sábado en “El Público” un artículo sobre los “Comunistas de Israel: ayer y hoy”. Comentando la película de Evan Torbiner “Madrid before Hanita”, recordaba la gran participación de judíos en las “Brigadas Internacionales” que vinieron a defender la República española en 1936.


Yo ya conocía, gracias a los trabajos de Raquel Ibáñez Sperber, de la Universidad Hebrea de Jerusalem, que la participación de los judíos en las “Brigadas” fue proporcionalmente muy alta, alrededor de 7.000 de un total de entre 35.000 y 40.000 voluntarios.


También sabía que la mayoría de la opinión pública judía simpatizaba con la República, aunque también esto tuvo, sorprendentemente, sus excepciones: Vladimir Jabotinsky, el creador de la “Alianza de Sionistas Revisionistas”, era un claro partidario de Franco y del fascismo, hasta el punto de que Mussolini lo calificó de “gran ciudadano fascista”. Jabotinsky fue el primer comandante del grupo terrorista “Irgún”, del que procede, junto con los sionistas revisionistas, el partido “Likud”, es decir, el partido de Menagem Begin, Isaac Shamir, Ariel Sharon o Ehud Olmert.


Lo que no sabía era el grado de vigencia y apoyo que mantiene el Partido Comunista de Israel. Además de ser el único Partido del país en el que militan indiscriminadamente árabes y judíos, se ha opuesto a la masacre de Gaza y defiende la existencia de dos Estados para dos pueblos, apoyando el derecho de autodeterminación del pueblo palestino y su soberanía sobre los territorios ocupados.


Lo que no sabía es que tiene 3 diputados en el Parlamento israelí y que cuenta con varios alcaldes. Tampoco sabía que, en las elecciones municipales del año pasado, el candidato comunista a la alcaldía de Tel-Aviv obtuvo el 36% de los votos…


Son muchos los que llevan 20 años dando por muerto y enterrado aquel fantasma que recorría Europa… Había que recordarles a Wojtila y a Ratzinger que Jesús de Nazaret era de Nazaret. ¡De Nazaret, eh! Esa ciudad que tiene, desde hace 30 años, un alcalde comunista.

martes, 17 de noviembre de 2009

EL ESPORTÓN


Hoy voy a hablarles de algo que, quizá, haya dejado de ser actualidad, y sobre lo que, además, tengo muy poca idea. Me refiero a la victoria del modesto Alcorcón contra el todopoderoso Real Madrid, eliminándole, al parecer, en la primera ronda de la Copa. Y voy a hablar de esto porque la gentileza de Marichu García me permite decir lo que me parezca en estos “comentarios” y porque en las pasadas semanas me quedé con las ganas de referirles una vieja historia que me contó mi padre muchas veces.


En el pueblo de mi padre, Villafranca de los Barros, existía y existe, un famoso colegio de jesuitas, el Colegio San José, donde unos pocos alumnos del pueblo compartían aulas con los mucho más acaudalados y aristocráticos “internos”. Estoy hablando de los años 20, en plena Dictadura de Primo de Rivera…: para entonces, los jesuitas habían constituido en el Colegio un equipo de estudiantes, para jugar al fútbol, que era la envidia de la región.


Otros muchachos del pueblo, los que no estudiaban porque desde los 8 o 10 años tenían que ayudar a sus padres en las faenas del campo, quisieron formar otro equipo de fútbol. Habían oído hablar del “Sporting”, que a aquellos campesinos extremeños les sonaba a “esportín”, espuerta pequeña o capacho que sirve para llevar cosas. No le dieron más vueltas: si ellos tienen el “Esportín”, nosotros tendremos el “Esportón”, y así bautizaron a su equipo.


Algún tiempo después, en un glorioso partido celebrado en las eras del pueblo, el “Esportón” logró derrotar, tras varios fracasos anteriores, al equipo de los jesuitas. E, inmediatamente, la musa popular celebró el evento:


Allá en las eras llorando están
los estudiantes por aquel gol
que les marcara la delantera,
la delantera del “Esportón”


Cuando en Rascafría, el pueblo de la sierra de Madrid donde pasé todos los veranos de mi infancia y juventud, el equipo del pueblo nos metía 7 a 1 a los “veraneantes”, mi padre, entre irónico y caritativo, nos recordaba la canción:


Allá en las eras llorando están…


No he podido evitar acordarme y repetir la maldad. Mi amigo Antonio, de Salamanca, es de esos aficionados al fútbol que, aunque sea un poco en broma, sufren un rato cuando pierde su adorado Real Madrid. Cogí el teléfono y, con bastante mala leche, le espeté, algo cambiada, la cancioncilla:


En el estadio, llorando están
los madridistas por aquel gol
que les marcara la delantera,
la delantera del Alcorcón.

martes, 10 de noviembre de 2009

LÓGICA DE VILLAGODIO


Álvaro Espina, cuando era Secretario de Estado de Empleo y Relaciones Laborales, en 1991, promovió la reedición, por el Centro de Publicaciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, de un curioso libro que ya tenía algunos años: “Historia e influencia social de la patata”, terminado de escribir en 1949 por el profesor de Cambridge Redcliffe N. Salaman.


Naturalmente, como pasaba entonces con casi todas las publicaciones del Ministerio, el libro fue rápidamente distribuido a las Inspecciones provinciales, despertando un sinnúmero de comentarios irónicos de los funcionarios que, al parecer, preferían las elucubraciones neoliberales del Sr. Sagardoy Bengoechea.


El libro -818 páginas de densa lectura- era, sin embargo, un interesantísimo repaso por la influencia que ha ejercido la patata sobre la estructura social y económica de los distintos pueblos en momentos diferentes.


Si hoy me he acordado de esta “Historia social de la patata” ha sido por la feliz ocurrencia que ha tenido, la semana pasada, la Plataforma de Defensa de la Vega de Villagodio repartiendo humildes patatas a los ciudadanos, como recordaba Laura Rivera el sábado en “La Opinión”.Expresaban la protesta contra la construcción en su vega de un “centro logístico” y “vivero de empresas de nuevas tecnologías y alto valor añadido”, macroproyecto a mayor gloria de unos cuantos avispados que pretenden hacer un suculento negocio, consiguiendo fondos europeos.

Con el nombre de “Cúpulas del Duero” –ojo que dice cúpulas y no cópulas, como insinuaría maliciosamente nuestro Paco Molina-, con el nombre de “cúpulas”, insisto, pretenden erigir no la de Brunelleschi, que ya fue una exageración, sino una especie de carpa-invernadero donde, sin más, van a crecer empresas de nuevas tecnologías como los champiñones en las cuevas.


Pero para eso, y como si no hubiera otros lugares más adecuados en las proximidades de Zamora –los polígonos semidesérticos que la rodean, por ejemplo- han elegido una tierra fértil, regada por el canal Toro-Zamora.


No estamos obligados a elegir entre la lógica y la logística, como muy bien decía Laura Rivera.

martes, 3 de noviembre de 2009

JOSÉ LUIS LÓPEZ VÁZQUEZ



Ese vago clamor que rasga el viento
es la voz funeral de una campana
vago remedo del postrer lamento
de un cadáver sombrío y macilento
que en sucio polvo dormirá mañana.
Acabó su misión sobre la tierra
y dejó su existencia carcomida,
como una virgen al placer perdida
cuelga el profano velo en el altar.
miro en el tiempo el porvenir vacío,
vacío ya de ensueños y de gloria,
y se entregó a ese sueño sin memoria
¡que nos lleva a otro mundo a despertar!


Le había yo prometido a Marichu empezar en verso… Y como estamos a primeros de noviembre, días de difuntos y Tenorios, he escogido estos versos de Zorrilla, aunque no sean del Don Juan. Son con los que se dio a conocer, muy joven, el poeta vallisoletano, dedicándolos “a la memoria desgraciada del joven literato Mariano José de Larra”.


Que me sirvan a mí hoy para honrar la memoria del ayer fallecido José Luis López Vázquez, uno de los grandes, grandes, de la escena española. Un actor al que parecía que le fluían los papeles más dispares desde su propia personalidad, sin trabajo, como lo más natural del mundo.


Puede haber quien piense que el asunto es de lo más sencillo, que sólo hay que memorizar unos textos y soltarlos en el momento oportuno… Quien piense así que pruebe alguna vez a subirse en un escenario.


Ayer nos dejó un actor completo, un hombre sencillo hasta en sus apellidos, que parecía siempre no darse importancia, que pasaba por todos los registros con una naturalidad inimitable. Va a ser muy difícil llenar su vacío.