martes, 23 de junio de 2009

INDEXAR


Ya no tiene duda: están claramente en medio de una feroz ofensiva. Empezó el presidente de la patronal, Gerardo Díaz-Ferrán, generoso donante de extrañas fundaciones, quien, después de solicitar untuosamente su parte del león pidiendo hacer un “paréntesis” en la economía de mercado, se quita la careta y aboga descaradamente por el abaratamiento del despido, la flexibilización a lo bestia y la reducción de la Seguridad Social.

Luego salen los bienmandados del circo parlamentario que insisten en la reforma laboral, en el desastre de las medidas y en la eliminación de los subsidios.

Y naturalmente ya han hecho su aparición los máximos gurus y magos de la cosa financiera para unirse al coro de las lamentaciones.
Lo que empezó nuestro listísimo gobernador del Banco de España, Angel Fernández Ordóñez, hermano de aquel político de la UCD reconvertido en pseudosocialista, insistiendo en la absoluta necesidad del abaratamiento del despido, lo acaba de completar Jean Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo y chamán máximo del asunto de la “pela” a este lado del Atlántico. Este no sólo quiere abaratar el despido y trincar rápidamente una pasta para los pobres banqueros…, a este listo le parece una barbaridad que los salarios puedan estar indexados a índice alguno en tiempos de una crisis que ha sido precisamente provocada por los genios financieros. Hablando en plata, que eso de que los salarios mantengan el poder adquisitivo y se adapten al coste de la vida le parece una blasfemia.

Es evidente que ni él, ni Fernández Ordóñez, ni ninguno de esta banda tienen el menos problema en indexarse sus sueldos, dietas y gabelas a los que se les pone en sus santos cojones.

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