Hoy voy a hablarles de algo que, quizá, haya dejado de ser actualidad, y sobre lo que, además, tengo muy poca idea. Me refiero a la victoria del modesto Alcorcón contra el todopoderoso Real Madrid, eliminándole, al parecer, en la primera ronda de la Copa. Y voy a hablar de esto porque la gentileza de Marichu García me permite decir lo que me parezca en estos “comentarios” y porque en las pasadas semanas me quedé con las ganas de referirles una vieja historia que me contó mi padre muchas veces.
En el pueblo de mi padre, Villafranca de los Barros, existía y existe, un famoso colegio de jesuitas, el Colegio San José, donde unos pocos alumnos del pueblo compartían aulas con los mucho más acaudalados y aristocráticos “internos”. Estoy hablando de los años 20, en plena Dictadura de Primo de Rivera…: para entonces, los jesuitas habían constituido en el Colegio un equipo de estudiantes, para jugar al fútbol, que era la envidia de la región.
Otros muchachos del pueblo, los que no estudiaban porque desde los 8 o 10 años tenían que ayudar a sus padres en las faenas del campo, quisieron formar otro equipo de fútbol. Habían oído hablar del “Sporting”, que a aquellos campesinos extremeños les sonaba a “esportín”, espuerta pequeña o capacho que sirve para llevar cosas. No le dieron más vueltas: si ellos tienen el “Esportín”, nosotros tendremos el “Esportón”, y así bautizaron a su equipo.
Algún tiempo después, en un glorioso partido celebrado en las eras del pueblo, el “Esportón” logró derrotar, tras varios fracasos anteriores, al equipo de los jesuitas. E, inmediatamente, la musa popular celebró el evento:
Allá en las eras llorando están
los estudiantes por aquel gol
que les marcara la delantera,
la delantera del “Esportón”
Cuando en Rascafría, el pueblo de la sierra de Madrid donde pasé todos los veranos de mi infancia y juventud, el equipo del pueblo nos metía 7 a 1 a los “veraneantes”, mi padre, entre irónico y caritativo, nos recordaba la canción:
Allá en las eras llorando están…
No he podido evitar acordarme y repetir la maldad. Mi amigo Antonio, de Salamanca, es de esos aficionados al fútbol que, aunque sea un poco en broma, sufren un rato cuando pierde su adorado Real Madrid. Cogí el teléfono y, con bastante mala leche, le espeté, algo cambiada, la cancioncilla:
En el estadio, llorando están
los madridistas por aquel gol
que les marcara la delantera,
la delantera del Alcorcón.
2 comentarios:
Al leer las palabras de mi suegro,he sentido nitida su voz recitando ls cancioncilla, que genial era tanto,que sigue "en la mas rabiosa actualidad" que genial que su hijo le mantenga vivo y brillante en la vida de los que tuvimos el honor de conocerle y el privilegio de quererle.
¡Que linda eres, Luisita!
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