Cuando expongo a mis alumnos los resultados de las elecciones de Febrero de 1936 –las elecciones que ganó el Frente Popular- suele llamarles la atención la presencia, entre las grandes coaliciones de izquierda y derecha, de un único diputado que se titulaba como “mesocrata” . Ni en las grandes enciclopedias (Espasa, Larousse o Uthea), ni en Internet, hay prácticamente referencia alguna al personaje: solamente en la página web del Congreso de los Diputados se consigna que, efectivamente, hubo un diputado por Jaén con esa denominación en aquellas elecciones, sin que se den mas detalles. También en enero de 2006 aparece un intento de reconstruir aquel partido mesocrático, intento que no debió pasar del manifiesto de esa fecha, a la vista de la absoluta falta de referencias posteriores.
El llamado Partido Mesocrático Universal había sido fundado en 1930 por un extraño ingeniero, inventor entre otras cosas del “sistema Acuña de rueda elástica”, llamado D. José de Acuña y Gómez de la Torre, que, pese a sus excentricidades, llego a ser elegido Diputado nacional en el Parlamento. Sus propuestas, además del sagrado término medio en el que siempre se situaba, pasan por facilitar a toda la población del país la llamada “papilla integral” y llegó a tener como emblema de partido un plato con un tenedor y una cuchara cruzados sobre él.
Me viene a la memoria el olvidado arbitrista cuando observo las exitosas cabriolas de Doña Rosa Díez o cuando leo que, aquí en Zamora, Miguel Angel Mateos, tras votar el plan de urbanismo del Partido Popular, se propone montar una coalición de partidos formados, eso si, todos por “independientes”.
También me acuerdo de una vieja canción de Víctor Jara, y esta si que se puede escuchar en “you-tube” en varias versiones:
“Arrímese mas pa´ca
aquí donde el sol calienta
si usted ya está “acostumbrao”
a andar dando volteretas.
Usted no es ná
ni chicha, ni limoná,
se la pasa manoseando
caramba, zamba, su dignidad”
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